sábado, 10 de julio de 2010

LA NOCHE DE LAS FIERAS


este cuento fue publicado en la edición cultural del Diario Perfil


A veces Violeta se pone de espaldas. No la ves, pero está ahí, con sus labios pintados, rojo furioso. De espaldas a la ciudad ella imagina un destino de fiera agazapada, de felino que trepa sobre el filo de la noche.
Violeta husmea en la basura, en las bolsas mugrientas. Inaugura en cada crepúsculo el hálito sumiso del hambre, la mansedumbre de lo que no fue.
Compañera de la noche, ella se acurruca en el porche de un edificio de lujo, para que la luna la bese en la distancia, esquiva, reconcentrada, iluminada de desolación con la marca de la muerte.
Una gata en celo arquea su lomo frente a Violeta, y una multitud de estrellas se avecina junto al agua oscura del cordón de la calle. La canaleta exuda un simulacro de navegación: los excrementos de la ciudad. La mierda que quieren ocultar en la luz del día iza sus velas en la noche. Esa singular embarcación emprende el viaje solitario hacia la esquina muda, y desemboca en un mundo siniestro, donde media docena de ratas roen desechos que las justifican.
Violeta se acurruca contra al vidrio iluminado. Un hombre ruge desde adentro. La voz que rebota contra la puerta, fauces acechantes. El hombre la observa, se agazapa. Lleva un bastón pegado a su cadera. Y una gorra, como de policía. Ahora el hombre levanta su mano hacia ella: ¿una garra voraz, o es la luz poderosa que confunde las realidades?
La realidad, Violeta: un animal salvaje que te levanta la pollera, que merodea tus muslos con su lengua áspera, que escarba aquello que oculta tu pudor, y que puja y se enciende ante tus piernas abiertas.
La realidad: ese hombre de ojos hambrientos que te hace señas, que amenaza con saltar sobre el picaporte para lanzarse sobre vos, Violeta, muda, límpida, inofensiva en el umbral.
Ella intuye que en cualquier momento deberá levantarse, que las intenciones de él no se limitan a la mera intimidación. Violeta deberá recoger bártulos y desesperanzas, y cruzarse al amparo del Parque Las Heras.

Son horas rotas, Violeta, nada que hacer, nada que ver, nada en donde desmoronarse ahora, madrugada extraña, solitaria, extrema.
La luna gira: un espejo en la soledad de los cuerpos que deambulan a estas horas. La pareja que se sienta en el banco —el sabor de sus besos, la voracidad de sus caricias te traspasa—. El tipo que pasea el perro en la negrura desolada. Una botella que grita su vacío.
Sólo ella, Violeta, la luna, la calle, las migajas de sueño. Lo sucio, lo bello. Nada.
Violeta recostada en el pasto, de cara al cielo, no ve al tigre que se acerca, no huele su hedor de selva. El tigre, sigiloso, relamiéndose entre maldiciones, sube por Salguero. Deja atrás la placa que conmemora a Valle: tiene a tiro a Violeta. Corre. Sediento de sangre y de vida se arroja sobre esa presa que no lucha, que se entrega con una convicción que ni ella misma entiende.
Y el tigre la cubre con su lengua, con sus patas, con su cuerpo de tigre, con sus rayas borgeanas que nombran el universo entero.
Y luchan ahora. Ahora sí. Ahora le hierven a ella las entrañas, el instinto de supervivencia.
Y el calor de la sangre acude a los poros de la piel, a la boca de Violeta, a los pelos de punta del tigre.
Es noche de luna, debió presentirlo, debió darse cuenta. Pero es tarde. Ya el tigre ha saciado su hambre, su sed de carne y alma. Violeta, con la noche, con la luna, recoge sus bártulos y su desesperanza, sola en el pasto, aguarda. Se duerme.
Sueña.
Sueña que está viva, que su corazón late, que es de día, que el sol se alza entre los edificios, y que la noche está ya lejos, muy lejos, en donde un tigre la devora.
El tigre, sigiloso, relamiéndose entre maldiciones, sube por Salguero.
la imagen fue extraída de http://ojosdeunsologato.blogspot.com/

3 comentarios:

Paola dijo...

yo sueño que estoy viva , como viuoleta, ants o después del tigre, qué más da. Muy bueno texto!

Sergio Bonomo dijo...

Paola: Qué más da cuando la vida es nada más que un largo sueño,¿no?
Un sueño en el que todos soñamos que estamos despiertos.
Gracias Paola por pasar

Elizabeth dijo...

Hola!¿qué tal pechito argentino? Te invité a participar en el MEME " MI PRIMER MES ANTE EL EQUIPO DE CÓMPUTO". Si querés pasá por mi blog ARTELI y lee las instrucciones. Saludos uruguayos.